Hoy os voy a hablar de esta impactante fotografía de Kevin Carter, miembro de la Bang Bang club, pues me parece interesante todo el despliegue de opiniones y chismorreos que se crearon y que se siguen creando a su alrededor, ya que se continua hablando de ella en muchísimos foros, redes sociales, e incluso es analizada en seminarios y clases universitarias.
La imagen fue tomada en el año 1993 en Sudán y a primera vista podemos interpretar que se trata de un buitre esperando a que una desnutrida niña fallezca para poder así alimentarse. Mucha gente dice que para tomarla el fotógrafo estuvo más de veinte minutos esperando a que el buitre se acercara un poco más a la niña y desplegara sus alas, para poder plasmar así la metáfora del abrazo de la muerte. Pero parece ser que una vez pasado ese tiempo, Carter desistió y se marchó. Hay quien dice que el fotógrafo espantó al buitre y hay quien sostiene que no. Según su compañero Jao Silva que se encontraba con él en Sudan, Carter espantó al buitre, sin embargo, reconoce que ninguno de los dos llevo a la niña al campamento que se encontraba a escasos metros.
Hoy en día, gracias a numerosas investigaciones, se sabe que la niña no murió, bueno, mejor dicho niño, ya que aunque no sea relevante, se ha sabido que realmente se trataba de un niño, llamado Kong Nyong y que murió hace unos años a causa de unas fiebres. También se ha descubierto que el niño no agonizaba, sino que simplemente estaba defecando a pocos metros del campamento. Y lo más importante, pese a que sea la idea estrella, Carter no se suicidó a causa de los remordimientos que le provocaron las críticas. Su adicción al white pipe, los síntomas de una depresión que arrastraba desde hacía tiempo y la muerte de su amigo fueron demasiadas presiones para el fotógrafo.
La verdad es que me surgen muchas preguntas que me gustaría comentarlas con vosotros para poder debatirlas. Por ejemplo ¿Cómo la gente ha sido capaz de criticar la actuación de este fotógrafo de no hacer nada al respecto, sentada desde sus casas? La misión de un fotoperiodista no es salvar al mundo de las injusticias. Aunque algunos piensen que los fotógrafos de prensa tienen que salvar vidas y ser más humanos, ellos tan sólo deben dedicarse a sacar fotografías que ayuden a documentar gráficamente la situación, que muestren la realidad y la verdad, aunque luego cada uno puede tener su personalidad más fuerte o más débil.
Por otra parte, ¿es necesario realmente llegar al punto de ver imágenes así para que nos demos cuenta de que el hambre ataca a millones de personas del tercer mundo? ¿Somos insensibles a estas imágenes porque estamos acostumbrados? ¿o por el contrario, hacen mella en nosotros?
Espero vuestras respuestas,
Teresa Jiménez.
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